De entre las muchas definiciones que la RAE concede a la palabra devoción, he elegido quedarme con la quinta de ellas: "Prontitud con que se está dispuesto a dar culto a Dios y hacer su santa voluntad". Devoto es aquel que reza con convencimiento. Devoto es aquel que cree en una deidad. Devoto es aquel que lleva una estampa de una talla en su cartera. Entonces, ¿somos devotos los que admiramos como si de un dios se tratara a esa bendita figura de la música moderna llamada Miqui Puig? Yo creo que si, y con más razón que los otros
Miquel Puig Fernández esté con nosotros... y con su espíritu.
Levantemos el disco pop: lo tenemos levantado mogollón.
Demos gracias a Miqui nuestro gurú del pop: es guapo como un dromedario
En verdad, es guapo como un dromedario, es nuestro deber como chicos pop
Darte gracias siempre y en toda sesión de break dance
Señor Miquel Puig, gurú santo
Dios putamadrista y eterno
Por Miqui Puig nuestro señor molón
Amén
2 comentarios:
sin duda ésta entrada me ha dado de lleno. un 10 en la escala de putamadrismo.
Me he quedado helado en nitrogeno líquido, cual tapa del Bulli bien hecha, con esta entrada en el blog. Sí, señor... Un diez en la escala de putamadrismo.
Publicar un comentario