De entre los animales televisivos de puta madre, hay uno que nos llega. Nos llega con fuerza. Es el gran Iker Jimenez- Jones. Iker is god. Sabe como hablar durante una hora sobre una bolita blanca luminiscente. Es capaz de intentar cazar un fantasma con un detector de movimientos tipo "ding dong" de los de las tiendas de todo a 1€ y quedarse tan pancho. Su mujer se pasea por la penumbra con una camiseta de lentejuelas que sí que sería digna de estudio y nadie rechista. Ni los fantasmas. Iker es una avanzadilla de la gran invasión extraterrestre. Cada día lo tengo más claro.
Además, nuestro friend Gustavo, ha tenido el placer de trabajar con él. Así que lo sentimos más cercano. Casi de la familia interplanetaria conectada con el hilo de la paranoia mental.
Aquí os dejo un fragmento de una entrevista en el que nos cuenta sus inicios en esto de lo rarito. Iker es un cruce entre el Joven Indiana Jones y Bastián Baltasar Bux.
Ya desde pequeño eres un apasionado de la investigación del misterio ¿recuerdas cómo nació en ti esta pasión?
Es una historia alucinante. Todo empezó con un libro, que estaba en una vieja biblioteca que un tío mío tenía bajo llave en un desván. Con tan sólo 10 años conseguí entrar y encontré El gran libro de los OVNIS, que contaba la historia de un niño de 10 años que tiene una visión de una cosa horrible, que me aterroriza. Cierro el libro, me voy a dormir, sin atreverme casi ni a sacar la cabeza de entre las mantas.
Al día siguiente los periódicos publicaban OVNIS sobre Vitoria. ¡Qué casualidad! En un barrio unos 200 testigos habían visto algo que no sabían lo que era, había habido un apagón en la ciudad... Si yo, en vez de aterrorizarme, a hubiera abierto la ventana habría visto lo que pasaba en ese barrio.
Entonces no sé por qué, rompí la hucha, me compré una grabadora enorme, cogí la bici y me fui para allá. ¡Teníais que haber visto la cara de esa gente cuando les preguntaba por lo que habían visto! Aquello me cambió la vida, me lo tomé como una señal...Me acuerdo perfectamente de aquella gente. Nunca después en Vitoria ha vuelto a haber historias de este estilo.
3 comentarios:
Menudo farsante... su pasión por lo sobrenatural comenzó el día en que, estando de copas por la parte vieja de Bilbao, alguien echó un par de gotas de LSD en su bebida sin que se diera cuenta. No sólo vio OVNIs, también vio pitufos y leones rosa fucsia. Menudo impostor. Que se sepa, el único español con contactos reales con otros mundos era el Penumbra.
guanmanuelo no te olvides de Carlos Jesús...
firmado: el 50% del equipo chiclanero de cuarto milenio.
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